Cuando se pierde la continuidad del tejido óseo, decimos que el paciente tiene una fractura de hueso. Las fracturas son de diferentes tipos y son nombradas de acuerdo al área del cuerpo donde se interrumpe la continuidad del hueso y al tipo de fractura. Algunas fracturas se pueden manejar sin necesidad de que el paciente pase por un procedimiento quirúrgico. En otros casos, el tratamiento quirúrgico facilita el proceso de recuperación de la fractura y generalmente devuelve al paciente prontamente a sus actividades del diario vivir.
Entre las fracturas más comunes se encuentran las fracturas de cadera en personas de la tercera edad. El riesgo de sufrir fracturas de cadera aumenta según se avanza en edad. El tratamiento quirúrgico de este tipo de fractura puede bajar el riesgo de alguna complicación que comprometa la vida del paciente, y en la mayoría de los casos el paciente puede retomar sus actividades diarias más rápido.
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